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viernes, 8 de marzo de 2013

Literatura de mujeres


Grace Metalious
No hace mucho que comencé con Qwerty Libros tan solo con la intención de escribir pequeñas anotaciones sobre lecturas que voy haciendo así como algunas reflexiones sobre el mundo de la literatura, es decir, comenzó sin muchas pretensiones y sin muchas pretensiones continuará. La cosa es que me salí un poco del guion porque al terminar el año y comenzar otro nuevo pude ver en varios blogs la propuesta de retos, algo que no se me había pasado por la cabeza y que, a priori, consideré una idea fantástica (por eso yo me apunté a uno).

El caso es que hoy quería hablar de otra cosa o, mejor dicho, quería hacer una pequeña reflexión sobre algo muy concreto: el tema de las mujeres y los libros. ¿Y a qué viene todo esto entonces? Pues a que una cosa que me llamó poderosamente la atención fue ver en tantos sitios retos relacionados con libros escritos por mujeres. Al principio me pareció una buena idea, luego pensé que para qué apuntarme, siempre cumplo sobradamente con los números propuestos (ya no recuerdo, quizá 5, 10 o 15 novelas al año de estas características) y esto me llevó a reflexionar sobre el triste significado de estos retos...

Me explico: no me parecen tristes los retos sobre mujeres, más bien todo lo contrario, me parecen encantadores, lo que me parece triste es la necesidad de ellos, que nace sin duda de la conciencia de que la literatura escrita por mujeres pertenece a un género aparte. Esto no debería ser así, y no significa más que una cosa, que al igual que Simone de Beauvoir hablaba de un segundo sexo, podemos hablar también de una segunda literatura:  por un lado está la literatura, la de siempre, la primigenia, y luego la que hacen algunas mujeres.

Jacqueline Susann y S. E. Hinton
No puedo decir que esto para mí tenga sentido. En los tres meses que llevo escribiendo en este blog sobre literatura he escrito varias reseñas sobre obras escritas por mujeres: Las crónicas de la señorita HempelDiario de un ama de casa desquiciadaRebeldesSolo para mujeresMejor ManoloLa buena novela... No era consciente de ello y son, como veis, obras tan variopintas que sería muy atrevido meterlas en el mismo saco.

Y diré más, estas obras representan solo una pequeña muestra de lo que son mis lecturas habituales, mis lecturas de los últimos meses para ser más concretos. No me costaría trabajo tampoco coger un puñado de mis novelas preferidas de todos los tiempos y de ahí escoger las que, casualmente, están escritas por mujeres: Rebeca, de Daphne du MurierPeyton Place, de Grace Metalious, Nada, de Carmen Laforet, Cumbres borrascosas, de Emily BrontëEl valle de las muñecas, de Jacqueline Susann... Y como las mujeres parece que también son personas y no el súmmum de la perfección, tampoco sería difícil coger otro puñado más grande de obras algo más mediocres pero que me han dejado satisfecha y de ahí rescatar La librería, de Penelope Fitzgerald, Metafísica de los tubos, de Amélie Nothomb o Extraños en un tren, de Patricia Highsmith.

Daphne du Maurier
E incluso, por qué no confesarlo, yendo a esas lecturas que tanto nos deleitan aunque no sean tan sesudas, mi estantería está bien poblada con obras de Marian Keyes y Charlaine Harris (y muchos hogares están bien servidos con una buena ración de J. K. Rowling). Y cito a estas autoras porque este tipo de literatura, para mí, es igual de necesaria.

Mi reflexión es: ¿de verdad sigue siendo necesario hablar de literatura de mujeres o para mujeres? Tristemente parece ser que sí, porque si no no se harían esos retos, ni habría autoras de las que prefieren firmar solo con sus iniciales, ni yo estaría ahora mismo escribiendo esto.

Por esto, y por otras muchas cosas: feliz Día Internacional de la Mujer.

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