viernes, 27 de septiembre de 2013

La mujer del viajero en el tiempo, de Audrey Niffenegger



Tengo la sensación de ir siempre contra corriente... Mientras que todos los blogs volvían a su productividad habitual el 1 de septiembre, como un clavo, a mí este mes me ha hecho dormirme un poco en los laureles, y tampoco es que haya estado leyendo menos. Pero venga, voy a ver si me quito de encima la pereza y os hablo un poco de uno de los últimos libros que cayó en mis manos: La mujer del viajero en el tiempo, de Audrey Niffenegger.

Empecemos por lo importante: me gustó, no sé si añadir que moderadamente, pero creo que es una buena novela y que está fantásticamente construida, cosa nada fácil para una autora nobel como era por aquel entonces Audrey. Algunos pensaréis que faltaría más, que eso es lo mínimo que se le puede pedir a una historia, pero hay que reconocer que cuando se entrelazan líneas temporales la cosa se complica...

Me explicaré mejor. Como su propio título nos indica, La mujer del viajero en el tiempo trata precisamente de eso, de continuos viajes en el tiempo y una historia de amor: Henry ha nacido con un extraño desorden genético, que le lleva a viajar adelante y atrás en el tiempo de forma involuntaria. Así conocerá a su esposa, Clare, o más bien será ella la que le conozca a él cuando tiene solo 6 años. Para Henry es aún más complicado, pues no la conocerá a ella hasta los 28, cuando Clare ya tiene 20. A partir de ese momento el futuro de Henry se plaga de continuos viajes al pasado y al presente, donde se encontrará con su esposa a diferentes edades: Clare de niña, Clare de adolescente...

He de reconocer que por razones exclusivamente personales me gusta el tratamiento que se da del tiempo en la novela, o más bien, lo clara que termina quedando la línea temporal. No pude evitar acordarme de una conversación entre amigos que mantuve no hace mucho sobre los planteamientos de las sagas de Regreso al futuro y Terminator. Yo me mostraba partidaria de la segunda, siempre me ha parecido más poética esa teoría, y esta novela responde totalmente a esos parámetros: nada de lo que Henry haga podrá cambiar el presente, y se verá envuelto en continuas paradojas.

Aunque el planteamiento pueda parecer una locura, en realidad la trama está muy bien desarrollada. Nos encontramos ante una novela bien construida, con personajes muy bien perfilados que enseguida logran el pacto de ficción del lector, y es que tras unas pocas páginas ya aceptamos los saltos temporales como algo normal, algo incluso con lo que nos podemos sentir identificados, pues al fin y al cabo de lo que Audrey Niffenegger parece hablarnos es la de la incomunicación que existe a veces entre las parejas, o las dificultades para poder sintonizarse a pesar del amor.

Si me permitís que le saque un pequeño defecto, creo que La mujer del viajero en el tiempo me hubiese gustado mucho más si se hubiese prescindido del melodrama en la última parte de libro. Curiosamente fue en ese punto donde yo percibí que se perdía realismo.


Ah, y casi se me olvida: cómo no, hay película aunque yo no la he visto. Al parecer en ella podéis Rachel McAdams y Eric Bana como Clare y Henry con dios sabe qué resultados. Si eso id viéndola vosotros y ya me contáis.


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