lunes, 18 de febrero de 2013

Libros de cabecera: Cosas que los nietos deberían saber



Hará ya cuatro añitos que descubrí la editorial Blackie Books por medio de este libro, que se me antojó por casualidad: Cosas que los nietos deberían saber, de Mark Oliver Everett. No las tenía todas conmigo porque en muchos sitios te lo vendían como una autobiografía de un personaje famoso: el cerebro que se esconde tras la banda Eels parecía haberse unido a esa moda tan imperante hoy en día de querer ser un hombre del Renacimiento (si cantas, además tienes que ser actor, escribir un libro o interesarte por la física cuántica).

Aún así me lancé, en primer lugar porque me llamó la atención la portada, pero sobre todo porque me gustó el título. Y parece ser que acerté, pues el caso de E es bien distinto a lo antes mencionado y tan pronto como empecé a pasar páginas me di cuenta de que sabe escribir, y muy bien. No parecía, además, que fuese únicamente una apreciación mía, pues desde que yo comprara aquella primera edición con la faja naranja (que aún conservo) la segunda, tercera y cuarta ediciones se iban sucediendo como churros.

Creo que la clave del éxito de la novela es que tras ella no se esconde una biografía al uso, más que nada porque no se remonta a sus orígenes en plan David Copperfield, y porque E, desgraciadamente, ha tenido una vida muy interesante más allá de su carrera musical (que yo nunca he seguido con asiduidad). En esta novela encontrarás la historia de un hombre que podría haber sido desgarradora, pero que sin embargo se ha escrito desde la perspectiva de un optimismo nada empalagoso, optimismo del de verdad.


Si nos ceñimos a lo estrictamente profesional, la obra nos cuenta la historia de cómo E se muda a Los Angeles con la esperanza de conseguir un contrato discográfico y poco a poco va consiguiendo sus objetivos, sin embargo lo más interesante está en lo personal, en su carrera hacia la madurez que pasa por episodios como encontrar el cadáver de su padre, seguido del suicidio de su hermana y más tarde la muerte de su madre. 

Como bien dicen en la contraportada de Cosas que los nietos deberían saber, la desgracia siempre ha dado mejores historias, y para muestra un botón. Os la recomiendo, porque los mejores libros de auto ayuda son aquellos que no pretenden serlo, y este puede llegar a ser melancólicamente reconfortante.


3 comentarios:

  1. Me has metido el gusanillo de este libro, así que a la lista de "to read":)

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    1. A mucha gente le echa para atrás el tema del que trata porque puede ser un poco duro. A mí la verdad es que me pareció triste pero sin carga negativa, ya me comentarás si lo lees :)

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  2. Lo leí hace un par de años y me sorprendió... muy muy gratamente!! Divertida a ratos, muy dura por momentos, como la vida.
    Besos,

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