viernes, 1 de marzo de 2013

Doña Berta, de Leopoldo Alas «Clarín»




La próxima semana se estrena por fin Los amantes pasajeros, y digo "por fin" porque soy una gran seguidora desde hace muchos años de Almodóvar. "¿Y esto qué tiene que ver con esta entrada?", pensaréis vosotros, "¿pero esta mujer no venía a hablarnos de su última lectura para el reto Seamos Realistas?", y sí, a eso iba yo.

Lo que pasa que no pude evitar acordarme de cuando a Almodóvar le dieron el premio Príncipe de Asturias, y en una de las entrevistas declaró que siempre tuvo como tarea pendiente rodar una adaptación de la obra de Clarín que nos ocupa. En su momento lo primero que pensé fue que el manchego lo había dicho en un arrebato de agradecimiento, así como para hacerle creer a la gente que de verdad se le había pasado por la cabeza rodar una película en Asturias, pero no pasó mucho tiempo hasta que me caí con todo el equipo: al igual que ya en La mala educación podíamos ver un cartel de la entonces ficticia Los amantes pasajeros, en la decepcionante Los abrazos rotos podíamos ver el de Doña Berta.

El caso es que a mí siempre me ha gustado Clarín pero por unas cosas o por otras nunca había leído este relato, y sobre todo desde entonces fue subiendo puestos entre todas mis lecturas pendientes. Juraría que normalmente se publicaba junto con Cuervo y Superchería, y pensaba leer los tres juntos, pero al final solo los encontré por separado y por separado los leeré. De momento este año he sacado tiempo para Doña Berta, y de él os quiero hablar.

Esta novela corta nos cuenta la historia de doña Berta, una señora mayor y soltera, que vive junto a su criada en Posadorio, un pequeño pueblo del norte de España. Última de la estirpe de los Rondaliego, dedicará sus últimos días a recordar a su único amor, con el que nunca llegó a casarse, y a su único hijo, del que fue separada nada más nacer. Un buen día doña Berta se encuentra cerca de su casa con un pintor y será uno de sus cuadros el que la tenga en vilo tras creer reconocer en él a su hijo.

La historia, aunque corta, es intensa en cuanto a todos los sentimientos que puede despertar. Por medio de ese empeño de la protagonista por enmendar la supuesta deshonra y recuperar parte de su pasado, Clarín nos habla de la maternidad, el amor, la soledad, la duda..., y todo ello de una forma que de triste resulta pesada, pero también maravillosa.

Os la recomiendo a ciegas, son solo 11 capitulitos que no os llevarán ni un día, y todos la deberíais leer. A no ser, claro, que prefiráis esperar a ver si Almodóvar cumple con lo dicho.




2 comentarios:

  1. Me lo anoto, Eliza!! Por cierto tengo que ir actualizando el reto pero ando tan liada...
    Besines y feliz domingo!

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    Respuestas
    1. Yo estoy haciendo los deberes, me queda la tercera pero la dejaré para más adelante.

      Feliz domingo a ti también :)

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